Por Amelia Aranda
El lujo, en lo concerniente al uso de las joyas, fue adquiriendo cada vez más incremento, hasta alcanzar su apogeo en el siglo XVI. La representación del poder real no sólo se encomendaba en esta época al género del retrato o a las representaciones de hechos victoriosos. El aspecto de gobernantes y poderosos debía ser realzado por medio de una adecuada y lujosa forma de presentación en la que las joyas, las telas ricas y los objetos preciosos cumplían un importante papel. La cantidad de joyas con que se cubrían uno y otro sexo nunca ha sido superado. Son escasas las joyas que han sobrevivido por lo que es necesario recurrir a las fuentes documentales y a los retratos para conocer su aspecto. Entre los joyeros, que eran tenidos en mucha consideración y estima, abundaban las personas cultas y los artistas. Destaca Benvenuto Cellini (1500-1571), uno de los artistas más refinados de los que trabajaron para las cortes europeas. Las principales cortes europeas competían en encargos o intercambios de regalos, lo cual respondía a la exigencia de una idea, la de la magnificencia, que se extendió por Europa al calor del renovado interés por el mundo clásico.
Fecha Inicio 21/05/2010
Fecha Fin 11/06/2010
Lugar: MADRID. Of. cultural de la Embajada de Egipto. c/ Francisco de Asís Méndez Casariego, 1
Precio 90 €
Las matrículas efectuadas antes del 7 de mayo tienen un descuento de un 10 %.
Más información en
http://www.centroelba.es/Ficha.aspx?Contenido=565&TipoContenido=2
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